Invocando a Ariadna:Llegando a mi Ser.

Hoy te invoco, Ariadna:

Tu me llamaste, yo te invoco.
Salgo a la noche y te invoco.
Busco luz en tu llamada.

Acompáñame en mi deseo de abrir las alas que me recordabas.
¿Eran mías esas alas de las que hablabas?,
¿son mis alas olvidadas?.
¿Sabes que siento ahora? Que son alas dañadas,
¿aún así las reclamas?.

Acepto el reto que hay en tu llamada.
Acepto abrir mis alas.
Acepto el recuerdo de aquellas Antiguas Palabras.
Acepto, pero escucha primero mis palabras.

Te invoco, invoco tu luz,
Que sea tu luz la que mis ojos abra,
que ahora sólo veo heridas en mis alas.

Préstame tu luz sólo un momento,
ese segundo en el que la duda me asalta.
Sólo para adelantar un pie en ese camino que me llama.

¿Es bajo tu luz que alcanzaré a ver mis alas sanadas?.
¿A reconocer en las heridas sólo cicatrices que son medallas?.
Medallas que me recuerdan triunfos con los que superé experiencias vividas en el dolor,
por no reconocer qué me enseñaban.

Veo como me despojo del manto que me ataba,
que cubría mis ojos haciéndome ver heridas abiertas
cuando eran enseñanzas.

Veo que la luz en mi se hallaba.
Esa luz que en ti invocaba, estaba en mi, sólo que velada.

Si regresara la duda, invocaré de nuevo, ya no clamando al cielo.
Volveré la llamada a mi interior, a mi Divinidad ahora recordada.

Elijo ahora dar el paso que inicia el camino que deseo recorrer.
Sin lastres, liberada, adelanto mi pie y abro mis alas.

Ante mi, un torbellino de Agua, pura Emoción por ser experimentada.
Esto es lo que elegí, es el regalo de mi Alma.

Acepto este Presente de mi Ser,
Acepto y agradezco el regalo: estar Aquí y Ahora,
caminar con la certeza de que este es el aprendizaje:
Vivir disfrutando la experiencia.

Acepto mi reto, Ariadna: abro mis Alas.

Feliz y Mágico Presente.

Anna Oliva.